Con
refinada intuición mercadotécnica, la fábrica de muebles sueca IKEA publica sus
catálogos internacionales conforme a las condiciones sociales de cada mercado. La
edición para Arabia Saudita fue producida con la intención de no ofender ni consumidores
ni gobiernos de un país donde las mujeres están supuestas a cubrir su rostro en
público, donde todavía no están autorizadas para conducir automotores, y
carecen de otros derechos que son básicos en otros países.
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