En los albores de la Radio en la décadas 1920-1930, otra creación tecnológica que adelantaría el proceso de democratización de las comunicaciones humanas—gracias a Maxwell, Tesla, y Marconi, ¡en este orden! —daba lugar a cierto Dr. John R. Brinkley, quien rápidamente se hizo conocer por sus trasmisiones radiales con campañas políticas y propagandas de su procedimiento quirúrgico. El "Dr." Brinkley habia inventado un procedimiento de trasplante de testículos de chivo en hombres cuyas energías sexuales se hallaban agotadas. Él refinó su esquema fabricando y ofreciendo por radio sus “píldoras a base de gónadas de chivo”.
Mientras que pocos eran quienes entonces sabían que el “Dr. Brinkley” era un “médico trucho” que había comprado su diploma en lugar de ganárselo con el estudio; muchos fueron los defraudados que se encontraron impotentes y sin sus propios testículos…
Dr. John R. Brinkley
Pero, como generalmente no se puede engañar a toda la gente todo el tiempo, los días finales del infamado Dr. Brinkley no fueron demasiado gratificantes: Perdió su estación de radio después que le fuera negada la renovación de licencia; perdió por segunda vez un juicio de libelo iniciado contra uno de sus críticos, el Dr. Fishbein (un doctor real y verdadero); varios de sus pacientes lo demandaron por “malapraxis”; fue demandado por la IRS (el equivalente a la DGI Argentina [¿?]); y llevado a la corte por “estafa postal” por la USPS.
El colorido y deshonesto Brinkley murió en Mayo 26, 1942, antes que pudiese ser juzgado y sentenciado. Pero eso no impidió que los asociados a sus fraudes, su esposa y sus empleados fueran eventualmente juzgados y sentenciados: Minnie Brinkley se declaró nolo contendere (nolo contendere es una admisión de culpabilidad) y recibió una multa de $US 5.000 y tres años de libertad condicional. Sus otros asociados se declararon culpables y fueron igualmente sentenciados.
¿Se podrá algún día erradicar completamente a estos personajes? Lo dudo. Pero eso no significa—al menos para mí—que uno deba abandonarse y quedar a su merced. Lo menos que uno puede hacer es exponerlos públicamente y dejar que el resto haga uso de su sentido común y tome sus propias decisiones. No hay ninguna forma que se pueda proteger a la gente de su propia estupidez.
1 comment:
Mirá lo que tuve que hacer!!!
no sé como terminé en esto, tuve que sacar una cuenta en blogspot para comentar en este espacio!!!!
sabés cuantas veces lo intenté?!, LPMQLP!!! escribía un testamento y cuando lo largaba NO SALIA!!, o lo que es peor, DESAPARECÍA!, porque me la complicaste tanto Saul?
bueno, ahora no me acuerdo a que venía...
jaja...ah!... excelente el post del chanta..(ya lo escribí tantas veces y siempre lo cambio!)
hablando en serio (aunque antes también), y tratando de no zarparme, ya que estoy en blog ajeno, (no prometo nada) me enganché con la historia del médico trucho, que, traspolado a esta era cybernética vendría a ser el tal adarcha o agarcha, o como se llame.
Mirá, yo te agradezco que me hayas advertido porque la verdad es que me enganché con su discurso; Igual, si el tipo tenía la intención de sacarme un solo mango, es más fácil que mi suegra defile con donatella versache que hacerme desprender de una moneda. No porque sea avara. En lo referente a lo económico, me ha costado tanto esta profesión y organizarla como un producto rentable, que me fijo muy bien, y exijo garantía más que suficiente para invertir.
Me parece muy bien que hayas organizado esta forma de poner al descubierto al personaje, y si él considera que te has excedido o calumniado, pues, en lugar de moderar su blog, tenía herramientas legales para impedirlo y eso no ha sucedido. De manera que se sabe culpable.
muy buen post...te felicito!
que tengas un año hermosos y que seas muy feliz; la gente feliz es útil a la sociedad...
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